El hambre es un problema frecuente entre los estudiantes universitarios que puede repercutir gravemente en su educación. Estar lejos de casa por primera vez supone compras, presupuestos y dificultades financieras. Aparte de la matrícula, los estudiantes tienen que hacer frente a grandes gastos para comer. Las diferentes restricciones dietéticas y las alergias suelen plantear un problema a la hora de alimentarse con la comida “normal” del campus.
Según una auditoría realizada por Lauren Dinour, profesora de nutrición y estudios alimentarios de Montclair State University, y Chris Snyder, investigador de la universidad, el 43,6% de los estudiantes encuestados informaron haber experimentado inseguridad alimentaria en la primavera de 2019. La inseguridad alimentaria se define como la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos que se consumen.
“Los estudiantes que experimentan inseguridad alimentaria tienen más probabilidades de agotar sus planes de comidas, si habían comprado uno; y el agotamiento del plan de comidas puede estar correlacionado, o ser un indicador potencial, de la inseguridad alimentaria de los estudiantes”, señala el estudio.
Según un artículo publicado por “No Kid Hungry“, los estudiantes con inseguridad alimentaria pueden sufrir problemas como: bajo rendimiento académico, dificultad para concentrarse, falta de motivación, cansancio y problemas de comportamiento.
Creada en 2016, Red Hawk Pantry de Montclair State pretende poner fin al problema de inseguridad alimentaria del campus. La despensa, que proporciona a los estudiantes diversos alimentos y artículos de higiene, está abierta a todos los estudiantes y al personal, independientemente de su situación económica.
María Tobar, estudiante de último año de biología, ha sentido el impacto de la inseguridad alimentaria en el campus. Como estudiante no residente, a menudo tiene que comprar comida en el campus, pero se ve afectada por los elevados precios de los productos.
“Si desayuno, intento aprovecharlo al máximo”, dijo Tobar. “Si compro un [sándwich de] salchicha, huevo y queso en Dunkin, me como la mitad para desayunar y la otra mitad para almorzar. [Y] si alguna vez pido una bebida aquí, nunca pido hielo porque eso disminuye la cantidad de bebida que recibes”.
La despensa le proporciona una salida para los días en que no puede permitirse comprar comida y le da más acceso a los alimentos en el campus como estudiante no residente.
“Para los que viajamos, pasamos mucho tiempo aquí [en el campus] y necesitamos que la despensa esté aquí, [así] podemos tener la facilidad de llevarnos [comida] a casa”, dijo Tobar.
La auditoría también reveló que el 51,5% de los estudiantes que sufren inseguridad alimentaria en Montclair State no conocían del Red Hawk Pantry.
Jasmin Holmes, estudiante de último curso de Ciencias de la Familia y Desarrollo Humano y beneficiaria del Red Hawk Pantry, cree que más personas deberían aprovechar esta ayuda.
“Honestamente, no tantos [estudiantes] conocen Red Hawk Pantry como quisiéramos”, dijo Holmes. “Tenemos un montón de cosas muy buenas aquí. Estamos tratando de dar a conocer al máximo, sobre este recurso a los estudiantes.”
Nedeen Khashashina, estudiante de biología y voluntario de la despensa, se alegra de que la universidad ofrezca este recurso a los estudiantes y de que la despensa aspire a ser más accesible.
“Creo que es muy bueno que Montclair [State] tenga esto para los estudiantes”, dijo Khashashina. “No creo que muchas universidades lo hagan. A la despensa de alimentos le gustaría abrir en más ocasiones.”
Tobar dijo que, en su experiencia como estudiante, no hubo mucha publicidad del Red Hawk Pantry.
“No me enteré de esto hasta [mi] tercer año”, dijo Tobar. “Cuando te inscribes en la escuela, hay muchas cosas que no te dicen. Tampoco lo mencionan en los correos electrónicos [semanales] tan a menudo. Creo que la comunicación es muy escasa”.
Tobar también compartió ideas sobre cómo dar a conocer la despensa.
“Podría haber carteles en todos los pasillos, [y] tal vez en las puertas cuando la gente entra”, dijo Tobar. “Especialmente donde la gente va a comer, como en Freeman Hall o Sam’s Place”.
Dado lo poco que los estudiantes conocen la despensa, difundirla es un gran objetivo de las personas que trabajan allí. Holmes reiteró; mientras más personas conozcan la despensa, mejor.
“Si seguimos recibiendo todas las donaciones que tenemos ahora, creo que realmente podría ayudar al campus”, dijo Holmes. “Sobre todo si la gente se entera y lo conoce, sería un gran recurso para todos”.
Según el sitio web de la despensa, los miembros de la comunidad universitaria pueden contribuir haciendo donaciones. Para encontrar una lista de lo que se puede donar, se puede visitar la página de la despensa en el sitio web de la universidad. Los estudiantes también pueden apoyar a la despensa comprando una camiseta de la Red Hawk Pantry en la librería de la universidad. La despensa recibe cinco dólares por cada camiseta vendida.
La despensa está abierta de lunes a jueves. Para ver la lista completa de horarios, puede visitar su página web.
